sábado, 7 de julio de 2012



domingo, 28 de agosto de 2011

SOBRE LA LIBERTAD (SEGUNDA PARTE)


De ‘La Libertad’ a ‘mi libertad’


En la exposición anterior afirmé que la libertad es un concepto humano (es decir, tiene su origen y existencia en nuestra mente) que constituye un elemento cultural y evolutivo en la conformación de nuestra especie.
La Historia nos da cuenta de las distintas formas en que dicho concepto ha sido valorado en las sociedades humanas, y debemos reconocer que en todo grupo social la cultura está fuertemente influenciada por sus grupos más poderosos, que dirigen la educación, la religión y los medios de comunicación, penetrando así en la mentalidad de toda la población, amén del seguimiento que por emulación hacen las clases bajas al admirarlos.
Simplemente verifiquemos esto en la influencia que los medios ejercen sobre las masas. Es así que la actual percepción de la libertad, los valores, la moral, y otras muchas abstracciones (que dicho sea de paso sólo me son interesantes en la medida de su utilidad) se derivan del “american way” que nos bombardea constantemente en programas y filmes de los que se haya ávida nuestra sociedad mexicana, lo queramos o no.
Por otra parte Erich Fromm insiste en su obra, “El miedo a la libertad”, que dicho concepto varía en su significado de acuerdo con el grado de autoconciencia que cada ser humano posea, es decir, depende de la concepción que cada quien tenga de sí mismo, como un sujeto separado del resto, como un ser independiente.
Es ahí donde nos explica lo que él llama “estado de separatidad”, explicándola con el proceso por el cual el infante descubre su existencia individual y separada, primero  de la madre y luego de todo lo demás.
Así que, según su aportación, la percepción de libertad e incluso el disfrute de su experiencia dependerán de ese proceso de individuación, que implica el autoconocimiento y la generación de la propia conciencia.
Solo que el autor citado agrega una gran carga de moralina al enfatizar en la responsabilidad que el concepto trae aparejado y su contraste con el también conceptualizado ‘libertinaje’, o al menos lo expone así desde ‘su percepción’ heredera de la tradición judeocristiana que todos los occidentales mamamos en el hogar, nuevamente lo queramos o no.
Al exponer este tema ante mis cofrades, uno de ellos opinó que en la sociedad actual se identifica al hombre que es así de libre con la figura de “el loco”. Este señalamiento viene muy al caso, porque efectivamente así es visto quien rebasa los límites que el grupo social admite, y se le señala con dedo flamígero como un asocial, amoral, anti institucional, y demás letanías que las autoproclamadas ‘buenas y domesticadas conciencias’ gustan en emplear para hacer evidente su distinción entre ellos y el infame trasgresor.
         Pues bien, esta visión social de “el loco” es también un arquetipo recogido en el Tarot con un arcano que representa el ser libre e indómito sin ataduras materiales ni espirituales. “El loco” es simple, natural, bohemio; es “él” sin importarle cómo se vive en el mundo, por ello, no se lo compra con dinero, ni halagos, ni amor, ni nada. Su conocimiento de las cosas es generalmente superior al resto de las personas y desde esa sabiduría y creatividad acciona, olvidando que la cotidianeidad social exige otros códigos y normas, por eso se lo percibe como extravagante y transgresor[1][3].

Otra fuente expone a este arcano como un joven que combina sabiduría e insensatez, asociado con el ‘cuánto’ y con la ‘dualidad tiempo/espacio’, símbolo de la extraña naturaleza cuántica de la realidad, de la anarquía que reina en el nanocosmos. El número cero que lleva en el Tarot de Marsella baila entre los opuestos (curiosamente como el andrógino Bafomet). Es un arquetipo itinerante que deriva por el alma como un nómada, representa por tanto un principio de movimiento instintivo, opuesto a todo sedentarismo de la consciencia, a toda acomodación del ego[2][4].
Las anteriores citas son un traje a la medida para el siguiente personaje: Diógenes de Sínope, quien a pesar de no ser considerado creador de la escuela de los Cínicos, constituye su mejor exponente. Entre uno de los fragmentos de su ingenio, se dice que habiendo sido invitado por algún riquillo de su época, al entrar en su lujosa y pulcra mansión éste le advirtió que no escupiese en ella, tras lo cual Diógenes arrancó una buena flema y la escupió en la cara del dueño, para decirle después que no le había sido posible hallar un lugar más inmundo en toda la casa (¿Será por eso que animado de ese mismo espíritu me atreví a escupir al rostro de algunos hipócritas?, solo elucubro porque yo de Diógenes no tengo nada, aunque tal vez sólo indicios del síndrome).
Pero de esta rica filosofía y otras cosas los aburriré en la siguiente exposición.


[1][3] http://www.consultacartas.com/carta_tarot_el_loco.html
[2][4] http://es.wikipedia.org/wiki/El_Loco_(tarot)

miércoles, 24 de agosto de 2011

SOBRE LA LIBERTAD (PRIMERA PARTE)


La Libertad


En una de las conversaciones que sostuve con uno de nuestros VV\ HH\ de otro Or\, abordamos someramente el tema que ahora traigo a vosotros, pues me quedé pensando sobre el tema de la libertad de expresión y lo que se dijo sobre la posibilidad de acotarla.
Recuerdo que opiné que habría que empezar por no emplear un término absoluto (como lo es el de “La Libertad”) para tratar de hallar límites a la expresión de las personas.
Porque al considerar a la libertad como un concepto absoluto, entonces no se le podría limitar (al menos para efectos metafísicos y etimológicos), pues lo absoluto se refiere a lo que se piensa es incondicionado e independiente, lo que ‘es’ por sí mismo, que no está sujeto a nada, que no tiene vínculo alguno de dependencia con cualquier otra cosa.
De ser así, entonces intentar poner límites a la Libertad no tendría sentido, e incluso ello iría en contra de la libertad misma.
Pero la realidad es que los humanos sí acotamos las libertades, pues por ello es que han existido tabúes, dogmas, decálogos, así como normas y reglas que regulan no solo la conducta externa humana, sino que algunas incluso han pretendido hacerlo con los pensamientos y deseos.
Pero entonces, ¿la libertad es o no absoluta?, ¿es tan solo un concepto tenido por absoluto?, ¿es una actitud de vida?, ¿o es tan sólo una palabra sobrevaluada y de uso demagógico?
A la Libertad se le suele definir como la capacidad que posee el ser humano de obrar según su propia voluntad, por lo que es responsable de sus actos[1][1].
Me llama la atención esta definición pues se enfatiza en que es una capacidad humana, excluyendo por tanto a los que no sean de nuestra especie; además se enfatiza en la responsabilidad que trae aparejada, así que de inicio esta postura cerca el concepto, y por tanto ya no es absoluto. ¿Acaso existe algo que realmente sea absoluto?, ¿o que al menos lo sea para todos los seres humanos sin excepción?
Aquí creo conveniente discernir entre lo que los humanos conceptualizamos de la realidad que nos rodea (incluyéndonos en ella desde luego) y la realidad misma, es decir, la consabida distinción entre el “ser” y el “deber ser”, entre la naturaleza y la idea que de ella se forma el Hombre.
Recordando lo que alguna vez expuse en Pluvius:
Comúnmente se piensa que el hombre es moral porque es libre, porque con su libertad es responsable de sus actos, a diferencia del animal, de quien se dice no es responsable porque no es libre. Yo no estoy de acuerdo, porque tal afirmación implicaría que el hombre es libre porque no está sujeto a sus instintos, y que el animal no es libre precisamente por obedecer a los mismos, cuando son éstos, en el contexto de la Naturaleza, el parámetro y límite de la libertad.
En efecto, estoy de acuerdo en que sólo el hombre realiza valoraciones morales, pero no por su libertad sino por su cultura, esto es, en el plano del deber ser, mismo que él ha creado paralelo al de la naturaleza, es decir el plano del ser que es el auténtico vigente y positivo. Por tanto, es la norma moral, o cualquiera de que se trate, la que debe ajustarse al hombre, porque el ser determina el hacer y no al revés.
Es la búsqueda de sentido y explicación del porqué de las cosas lo que lleva al hombre a crear, en el mundo por él reinventado, la justificación de sus actos a los que el mismo hombre califica como buenos o malos, morales o inmorales, dependiendo del interés particular o público o del deseo interno frente a la exigencia externa.
Se dice que sólo existe un hecho moral cuando el hombre tiene la capacidad de decidir; esto es cierto sólo en relación al mundo del deber ser y no del ser, porque en éste último plano el hombre está sujeto a sus instintos los cuales le son ineludibles,  y sólo si acaso encausables; mientras que en el otro plano del deber ser sí tiene opciones para elegir.
También se dice que sólo hay libertad moral cuando existe capacidad de decidir para actuar de acuerdo con la razón, sin dejarse dominar por los impulsos o los sentimientos, dicha postura la considero como un ingenuo intento por tratar de escapar de nuestra naturaleza manifestada en nuestros instintos, y al mismo tiempo me parece una pretensión arrogante por pre enjuiciar a la razón y al intelecto, fríos y cerebrales, como algo bueno o positivo en sí mismos, teniendo al movimiento volitivo del instinto como algo malo, penoso, o atávico.
Creo que la auténtica libertad consiste en la adecuación del actuar y razonar del hombre con su propia naturaleza, pero no como un sometimiento de la razón hacia el instinto, sino como una coherencia del deber ser con el ser. Estoy de fijo en que no estamos por encima de la naturaleza, como románticamente nos intentan hacer creer las religiones teístas y en general el idealismo…
Pero indagando más sobre el tema me sorprendí al hallar lo siguiente: “…la primera representación escrita del concepto "libertad" se cree que es la palabra cuneiforme sumeria Ama-gi. Se cree que es la primera instancia de los seres humanos utilizando la escritura para representar a la idea de "libertad". Traducido literalmente, significa "volver a la madre"…[2][2]
Desafortunadamente el anterior párrafo tiene muchos “se cree”, lo que no ofrece seguridad sobre la raíz más antigua del significado de la palabra, pero me parece curioso que ello coincida con mi argumento, pues en el plano del “ser” (el real y no el ideal-artificial del “deber ser”) ese retorno a la madre me significa el acercamiento a la naturaleza, siendo ésta quien ciertamente nos marca el alcance de nuestra libertad.
Pero volviendo al punto de poner límites a la libertad, en acatamiento a la naturaleza dicho albedrío no debería tener límites, pero dentro del grupo social en que nos encontramos sí ocurre. Esto es así que por necesidades de convivencia y/o de conveniencia.
Así que, concepto tan poético de “Libertad” de todos modos Juan te llamas, porque si La Libertad tiene su fuente en la mente humana (así como otros muchos más), entonces no se trata de un bien o entidad ajena a él, no tiene el ‘ser’ en sí misma y no es absoluta. Se trata por tanto de un elemento más en la conformación de lo que entendemos por Hombre, luego es un elemento cultural, histórico y hasta evolutivo.
Al tratarse por tanto de un instrumento más que ha generado la mente humana para desenvolverse entre sus iguales de especie y prosperar entre ellos, no es extraño que la misma se vea a veces sobrevaluada, otras devaluada, a veces destacada otras soslayada, pero siempre presente, pues se trata de un elemento necesario para una mejor supervivencia, o lo que equivale al triunfo en la carrera evolutiva.
El darvinismo social apunta a la capacidad de mantener satisfechas las necesidades en el medio en que se habita, lo que implica la detentación de al menos el capital para con él conseguir la fuerza del trabajo y hasta la naturaleza. Sin embargo e irónicamente el humano que así se considera libre depende de los servicios de otros para poder satisfacer sus necesidades con lo que le asegure su subsistencia, y esto le constriñe esa libertad de la que se ufana.
Si ya considero ahora a La libertad como un elemento evolutivo humano, además de su uso en la evolución social con sus factores predisponentes (familia, educación, grupo social, etc.), no hay que olvidar los factores bioquímicos que de hecho son determinantes en la formación del individuo (ejemplo de estudio en neuriociencia), y finalmente los factores desencadenantes que podrían precipitar la voluntad en uno u otro sentido. Pero al fin y al cabo con la posibilidad de elegir entre “A” y “B” (como lo propone Víctor E. Frankl en “El hombre en busca de sentido”), o tal vez la ilusión de esa posibilidad de elección.
Entonces… según parece tan solo creemos ser libres, y en esa percepción existimos (cuidado porque percepción no es realidad), nos desarrollamos y hasta buscamos ser felices. Pero no es de sorprenderse, al fin que en nuestra especie se creen muchas cosas, otras se han dado por sentadas; pero las mentes inquisitivas suelen terminar rompiendo la ilusión y optan por píldora la roja que Morfeo le ofrece a Neo. Aunque a veces se apetece y hasta se puede gozar de la bienaventuranza de la otra visión, que podría ser reducida a un estado alterado de conciencia, no muy distinto del que podría ofrecer un chocolate, un orgasmo, el enamoramiento, una meditación profunda y extática e incluso algún alucinógeno. 
Al confrontar así la realidad con la idealidad de la misma, en un auto examen que todos nos impusimos al ser iniciados (mónita de aprendiz), y lo que esto implica sobre el replanteamiento de todo mi bagaje cognitivo, es que me he hallado en medio de la supuesta incongruencia a que hace alusión Erich Fromm: los humanos somos el producto de una incongruencia. Y ella parecer surge de la misma evolución, al desarrollar una conciencia propia e individual que nos ha hecho distinguirnos de “los otros”, el resto de la naturaleza y de ella misma, al tiempo que pretendemos emularla con un orden social y cultural que aparentemente ha servido para evolucionar pero también para sojuzgarnos unos a otros, pero que felizmente es tan contingente como su creadora: nuestra especie.
Creo que de ahí surge mi identificación con el escepticismo, el mecanicismo (y lo que le toque de materialismo) y el cinismo (Diógenes con su muy particular y picante filosofía); pero de eso les aburriré en el próximo trazado.

 



[1][1] http://es.wikipedia.org/wiki/Libertad
[2][2] idem

miércoles, 29 de junio de 2011

EL MANDIL

EL MANDÍL MASÓNICO


El mandil es una de las mayores distinciones del masón, un símbolo en sí mismo de nuestra hermandad que contiene un gran universo de significados y símbolos en sus entrañas, como el triángulo, el doble triángulo, el cuadrado, el círculo, y dependiendo del grado o de la cámara puede variar su utilización.

El trabajo que hoy os presento hermanos más que nada es un cuestionamiento, ya que en todas y cada una de las páginas que leí sobre el mandil masónico no encontré más que la exaltación de una gran solemnidad, profundo y estricto simbolismo y apego a tradiciones ancestrales que nos recuerdan nuestro proceder, es algo de lo que debemos sentirnos muy orgullosos, y debemos protegerlo de la deterioración conceptual, no podemos permitir que el tiempo lo erosione o distorsione.

Las principales características que encontré y también citadas en libro de los temas del aprendiz masón de nuestros hermanos Terrones y García son:
“Debe ser de Piel de Cordero, blanca, pura y sin mancha, de ninguna otra tela, género o material que la substituya, el no cumplirlo destruye por completo el carácter emblemático, simbólico, alegórico y filosófico que contiene dicha divisa.”

“Únicamente deben adornarlo las alegorías y símbolos  propios de las enseñanzas de cada uno de los grados en que se trabaja, sin tomar en consideración ninguna otra figura que pueda alterar su simbolismo, enseñanza o interpretación.”

“Por otra parte, la infinidad de bordados y figuras que aparecen en los referidos MANDILES, y que han sido adoptados por algunas Logias Simbólicas, por lo regular son propias de las decoraciones de los Templos, y en consecuencia, le quitan a dicha DIVISA su origen histórico, y su carácter simbólico, emblemático y alegórico que la filosofía le define claramente; destruyendo también de esa manera, la esencia que contienen las enseñanzas MORALES, MATERIALES Y ESPIRITUALES, que a cada Grado corresponde como exclusivas del VERDADERO MANDIL MASÓNICO.”

“La masonería simbólica solo admite un ribete de color azul celeste., también la cinta que lo sujeta por la parte superior debe ser azul por ser dicho color, alegórico del INFINITO y de la CONFRATERNIDAD UNIVERSAL también la cinta que lo sujeta por la parte superior debe ser del mismo color azul, puesto que el círculo que forma alrededor de la cintura del Iniciado, es precisamente alegórico del AREA UNIVERSAL, dentro de cuyo límite sólo  puede el hombre ejercer su PODER INTELECTUAL, en relación con todas las obras de la Naturaleza.”

“En el cuadrado de mandil solo se acepta la letra “B” bordada en Oro.”

“En el centro del triángulo de la solapa del aprendiz de mason se ve el martillo y la regla en forma de aspa.”

“Esta es otra de las razones por la cual insistimos que es lamentable confesar, que sólo la FANTASÍA o la VANIDAD de algunos de nuestros hermanos, les haya obligado a introducir poco a poco infinidad de adornos, figuras, bordados, pinturas, lentejuelas y jeroglíficos, que aparecen en los MANDILES, ya que con ello sólo consiguen también paulatinamente y con el tiempo, BORRAR la noción de lo que en verdad es un MANDIL MASÓNICO, a la vez que DESTRUYEN lo que en efecto nos enseñan el simbolismo y la filosofía, cuyas lecciones de alta MORAL, de CIVIMO, de FILANTROPÍA y de HUMANITARISMO, conocemos a través de las enseñanzas propias de dicha DIVISA.”

Queridos Hermanos, tomemos un momento para mirar todos juntos el mandil que portamos, ¿Es en realidad lo que solemnemente debe ser nuestro tan apreciado mandil masónico?

¿Habremos perdido de vista su esencia y erosionado con nuestras propias manos su bellísimo propósito inicial construyendo con inigualable ahínco interminables justificaciones del por qué no es lo que debiera ser?

¿Porqué podemos ser tan flexibles con el principal blasón que porta nuestro cuerpo y tan ortodoxos con las lámparas, marchas y documentación, es acaso menos importante?



Os invito Hermanos, a que desde lo más profundo de nuestro corazón y nuestra mente decidamos si nos conformaremos con lo que hoy portamos no por ello desdeñándolo, o si preferimos eternizar el simbolismo primario y esencial de nuestro tan amado estandarte.


A:. M:. Julián Edmundo González Flores


Or:. de Orizaba, Veracruz a 14 de Junio del 2011 E:.V:.



¡ES CUANTO!

martes, 28 de junio de 2011

EL MASÓN ANTE LA SOCIEDAD


NEGRO
Siéntate por varias horas en cualquier ciudad en alguna de las calles más transitadas a la hora más transitada y dime qué es lo que ves; nuestra sociedad, atareada, caminando, corriendo y hablando, …ve más a fondo, que es lo que la mueve? de qué hablan, qué les preocupa, porqué lloran o se ríen? hermano lo que verás no hará más que romperte el corazón.
Dime porque razón quisiéramos hacer lo que ni a Dios mismo le interesa? Si El, con sus tantas miles de palabras en todas las sociedades y en todas las distintas culturas del mundo no ha logrado hacer la diferencia, cómo es posible que nosotros si podamos, o al menos nos interese? Con nuestro actuar y nuestra moral impecable llenándonos de propia satisfacción al ayudar a nuestros semejantes, mientras ellos minutos después se contaminan y destruyen nuestra obra al sumergirse de nuevo en la corriente de la pútrida masa social, ellos no quieren nuestra ayuda, es más, la detestan, les somos repulsivos por tener anhelos, esperanzas por la humanidad, por ser idealistas, por querer cambiar al mundo, por ver el cielo y su majestuosidad, por querer alcanzar las estrellas y llorar con un verso…nos vomitan en la cara, ellos no son felices con eso, los cerdos no pueden mirar el cielo, les es imposible, su felicidad se basa en revolcarse en las telenovelas, asesinarse por drogas, violar, matar, fornicar con niños, adulterio, mentira, traición, esa es la sangre que fluye por la masa social y nosotros el virus que quisieran eliminar a que nuestra existencia les ofende y lastima, los sobaja, les humilla, pero no por ello el ser humano no puede evolucionar, a un sordo, rebelde o bárbaro no se le puede pedir que por favor abra los ojos, le tienes que arrancar los párpados, y aquí es hermanos, en donde nosotros nos encontramos.
La sociedad es un gran rebaño, debe ser dirigida, y es solo en este estrato en donde podemos hacer lo que tanto anhelamos, acabar con la tiranía, el autoritarismo,  el abuso de los gobiernos, asesinar a la opresión y a la desigualdad, al fanatismo y la ignorancia provocada, la distracción de las masas y la retrogradés de la cultura, un nuevo orden social debe ser erigido desde la cima, solo por mentes brillantes y espíritus iluminados que desgarren el pecho de la sociedad para arrancar violentamente el cáncer de la podredumbre social y sembrar en ella la semilla del nuevo porvenir que soñamos, la que alimenta nuestro propósito y nos da sentido a la vida, la que podrá formar el mundo en donde la unión, disciplina y honradez, la exaltación de nuestra humanidad, la honra de nuestra especie y divinidad estén forjados bajo la libertad, igualdad y fraternidad, por un nuevo régimen de paz universal duradera, ese es nuestro deber con la sociedad.
Blanco
De nada sirve tener o saber algo si no se tiene la oportunidad de compartirlo, la felicidad es aún más grande cuando ese desinteresado acto de dar a un semejante le regocija y le hace crecer como ser humano, cuando uno sabe que ese momento ha dejado huella en otra persona y que uno ha fijado una piedra o tal vez hasta una estructura entera que le pueda hacer una diferencia positiva en su existencia.
¿Cuál más podría ser nuestro propósito en la vida? Cumplir nuestro propósito natural no nos hace distintos, la grandeza y la gloria es lo que nos eleva, el dejar huella en este mundo solo se hace con acciones que se graben en lo más profundo del ser de nuestros semejantes, la construcción de una mejor sociedad, con mejores individuos, empezando por uno mismo, impactando a nuestra familia, a nuestros amigos, nuestro círculo social, y quien más pudiera ser tan afortunado de impactar a la mayoría de una ciudad, de un país, continente, o el mundo entero; la inmortalidad existe y se logra cuando nuestras acciones propositivas y creativas logran establecerse en la sociedad ajenas a las fronteras y al tiempo, ya sea en un libro, en una vida ejemplar o simplemente en la memoria de un hijo, que prevalecerá y esparcirá por varias generaciones.
Un masón, tiene un deber y obligación social, el ser un ejemplo vivo para los demás, desde el núcleo familiar hasta donde no existan límites, de ser una fuente generadora de cambio de manera permanente, ejecutando acciones de cualquier tamaño con la finalidad de engrandecer a la humanidad, desde  escribir un poema, hasta dejando su vida por un ideal, todo cuenta, nada es pequeño suficiente como para que no valga la pena hacerlo, la hermandad en su conjunto total accionando juntos puede hacer un gran cambio, ya lo hemos hecho, pero para ello necesitamos estar conscientes de que para ser un verdadero masón ante la sociedad no basta con traer brillantes piezas de arquitectura trazadas en papel que guardemos en folders para la posteridad, que nuestras voces retumben como volcanes furiosos y solo resuenen en estas cuatro paredes…necesitamos actuar en todo momento, con cada persona y con todas las palabras y letras, la sociedad nos lo reclama, la dualidad de la existencia nos ha colocado en el extremo contrario a la mediocridad y el estancamiento social, es nuestro deber, lo hicimos por convicción y lo hemos jurado, y por más que podamos asquearnos de la banalidad y sufrimiento colectivo debemos seguir firmes, pues este es nuestro propósito;.
Cualquier cuerpo en la naturaleza tiene la facultad de regenerarse o de destruirse, la permanencia y crecimiento del cuerpo es el objetivo natural, las enfermedades lo atacan y amenazan sin parar, y las defensas contraatacan en todo momento, sin pensar en los millones de partículas que le atacan, destruyendo uno por uno a la vez eventualmente la enfermedad sucumbe y el cuerpo se fortalece, mis defensores hermanos….uno por uno.


A:. M:. Julián Edmundo González Flores


Or:. de Orizaba, Veracruz a 17 de Mayo del 2011 E:.V:.


¡ES CUANTO!