miércoles, 22 de junio de 2011

UN NUEVO HERMANO


La mirada fija de un gato sobre mis ojos despertaba diversas preguntas en mi mente, no creo que fuera solo casualidad que estuviera ahí, a algunos metros solo viéndome, que podría estar pensando?, que podría querer decirme con esa seriedad tan profunda?.

No portaba reloj, de qué me serviría el tiempo en lo que estaba a punto de experimentar, la espera era algo que solo ocurría en mi mente, mi corazón estaba calmo a pesar de tantas horas que no lo estuvo al pensar que ese día tan esperado llegaría, y llegó…con un silbido cruzando la calle una figura conocida me pedía que me acercara, y al hacerlo inmediatamente una mandil y unos guantes blancos llamaron mi atención…quítate los lentes fue lo primero que escuche, seguido de un jalón abrupto y de ahí constante obscuridad.

Lo que a continuación narraré será en el contexto de mi juramento, comentando estampas e impresiones en lugar de situaciones explícitas

La voz que escuchaba era desconocida para mi, su contenido me desconcertaba, me desestabilizaba, tan rápido como inició todo fue como inició mi  sumergimiento en la obscuridad, la conciencia de la ceguera y de la incertidumbre de mi camino vital, poco a poco las preguntas fueron más difíciles de responder a sorpresa mía, mi mente estaba analizando tantas cosas que a la vez me hacían saber ignorante, realicé mi camino real por la vida de una forma simbólica, hasta llegado el momento en donde pude a través de mi piel sentir un ambiente distinto, la obscuridad me cubría por completo, el aroma me decía que algo sucedería y mi corazón con su rápido latir también lo sabía; tan pronto pude ver nuevamente necesité tranquilizarme y los símbolos penetraron en mi mente.

Pude ver la efímera existencia del hombre, su breve estancia, nuestra transformación, la metamorfosis de quienes pueden apreciarlo, y la estática de quienes no lo comprenden, los propósitos de la existencia, un renacimiento y una nueva aceptación, traté de redactar lo mejor que pude lo que me fue requerido.

La espera en el portal fue una experiencia simbólica trascendental, era no solo una estructura material sino la convergencia de diversos tiempos, siglos, ciudades, siendo ahora representados conmigo, escuchando de cerca los ecos del lugar que esperaba también por mi voz resonando dentro de sus muros, el frío metal que rosaba mi piel era tan anhelado como temido, su dualidad me atraía; al cruzar el portal sentí que quien entraba no volvería a salir jamás así que me despedí de mi antigua forma y conforme caminaba sentía un renacer, un parto que iniciaba, abandonando el útero de la obscuridad para recibir la luz de mi madre logia.

3 viajes recorrí y fui purificado, ofrecí mi sangre, el sabor de lo dulce y lo amargo envolvieron mi boca, y  mis juramentos fueron consumados, mi vida comprometida, el veneno que corría dentro de mi cuerpo era disfrutado por cada una de mis células, ofreciendo su existencia por el silencio.
La luz de nuevo fue percibida por mis ojos en un momento mágico, lleno de emoción, de simbolismo, de hermandad, mi mente aun no podía concebir lo que sucedía a mi alrededor, mis juramentos fueron renovados cubierto de acero con mi mano sobre el símbolo que me acompañará e identificará bajo mi nuevo ser; y en mi nacimiento fui puesto a prueba de nuevo, lo que me confirmo que mi proceso de metamorfosis no me dará tregua alguna.

Fui aceptado, se me otorgaron las llaves necesarias, la palabra ha sido grabada como en piedra virgen y mi mano ha aprendido a comunicarse entre mis hermanos,  fui ensamblado a la cadena a la que me he unido por siempre,  ahora somos hermanos por decisión, aún deslumbrado inicio mi camino, y a lo lejos el águila bicéfala me llama por mi nombre.


A:. M:. Julián Edmundo González Flores

Or:. de Orizaba, Veracruz a 10 de Mayo del 2011 E:.V:.

¡ES CUANTO!

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